Puente acueducto de Gravina di Puglia: historia

La historia del puente acueducto de Gravina di Puglia pasa por Federico II de Suabia, los terremotos y reconstrucciones de señores feudales.

En el corazón del Parque Nacional de la Alta Murgia, en la frontera entre Apulia y Basilicata, el puente de acueducto Gravina di Puglia, cuya etimología del nombre Grana dat et vina, Urbs Opulenta Gravina, es decir, ciudad del trigo y del vino.

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Se atribuye ya a Federico II de Suabia en el estandarte de la ciudad, atrae cada año a numerosos turistas, gracias a su posición estratégica y a sus características paisajísticas e históricas, entre las que destaca el majestuoso puente acueducto sobre el arroyo Gravina.

Puente del Acueducto de Gravina: los cambios

Con su imponente altura de 37 metros, su longitud de 90 metros y su anchura de 5,5 metros, el Puente del Acueducto fue concebido en un principio exclusivamente como puente-viaducto, para permitir a los fieles cruzar el Crapo (como se llamaba antiguamente el arroyo Gravina) y llegar a la iglesia de la Madonna della Stella, y sólo después de varios cambios adquirió su función de acueducto, tras varios terremotos que lo dañaron hasta su derrumbe en 1722.

Fue entonces cuando la familia de señores feudales Orsini di Roma, que se había trasladado al feudo de Gravina, se replanteó su función hacia mediados del siglo XVIII, prefiriendo reconstruir el puente y transformarlo al mismo tiempo en un acueducto, para llevar las aguas de las fuentes de Sant’Angelo y San Giacomo bajo las murallas de la ciudad.

La estructura sobre la que se apoyaban los conductos de agua que conectaban las dos fuentes, que aún existen y pueden verse a ambos lados del viaducto, constaba originalmente de 25 arcos dispuestos a lo largo de la espaldera, arcos que luego fueron retirados por estar gravemente dañados por una inundación, y sustituidos por estructuras de toba, que se consolidaron en el siglo siguiente asegurando cuidadosamente toda la estructura con tirantes de hierro.

Arquitectura digna de un plató de cine

Hoy en día, el Puente del acueducto de Gravina di Puglia puede ser visitado por los turistas y, a pesar de los numerosos cambios arquitectónicos que ha sufrido a lo largo del tiempo, sigue conservando su encanto, en el que también se fijaron importantes directores de cine internacionales para sus producciones cinematográficas.

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