Viajes románticos: 10 destinos para unas vacaciones en pareja

¿Busca ideas para viajes y fines de semana románticos con su media naranja? A continuación, le indicamos dónde ir para disfrutar de una escapada inolvidable.

¿Busca un destino para pasar un rato con su pareja? ¿Está planeando un viaje para su ser querido en una ocasión importante, un cumpleaños, un aniversario? Si no sabe dónde ir, hemos seleccionado para usted algunas de las ciudades más evocadoras para viajes románticos.

Viajes románticos para hacer con la pareja

Van desde los grandes clásicos revisitados, como Verona, París y Venecia, hasta algunos destinos en los que aún no había pensado. Está la isla de Skye, donde puede perderse entre verdes campos, está Santorini, con sus casas blancas y su mar turquesa, y están las villas del lago de Como.

Tanto si piensa tomar un avión y viajar al otro lado del mundo (tal vez a Buenos Aires, cuna del tango y la seducción), como si quiere hacer un viaje por carretera en Italia, para un fin de semana de bienestar o un recorrido cultural, no hay nada mejor que un hermoso paisaje y una cena a la luz de las velas, lejos de las preocupaciones cotidianas, para redescubrir un poco de la poesía de los primeros tiempos. ¿A qué esperas? Prepárate para ir.

1 – Escapada de fin de semana en París, la capital de los viajes románticos

París es, sin duda, la capital del romanticismo en Europa, adecuada tanto para parejas jóvenes en sus primeras vacaciones juntas como para parejas consolidadas que buscan redescubrir el lado dulce del matrimonio, quizás para un aniversario o para el día de San Valentín. Pruebe un crucero nocturno por el Sena con una cena de tres platos (unos 50 euros), cruzando los puentes parisinos al son de una agradable música.

Pasee de la mano por Montmartre, el barrio de los artistas, haciendo una parada en uno de los románticos bares y bistrós de la rue des Trois Frères. ¿No te atreves a pedir matrimonio? Luego, llévelo a la cima de la Torre Eiffel, donde podrá admirar la ciudad y quizás encontrar inspiración.

2 – De vacaciones en Brujas, paseando por los canales

¡Qué romántica es Brujas! Esta pequeña ciudad del norte de Bélgica es un laberinto de canales y edificios de época que se vuelven dorados al atardecer. El centro histórico, con su arquitectura medieval y las muestras de la cultura flamenca, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Entre un paseo en carruaje, una merienda de gofres y un paseo en bicicleta por la ciudad o el parque, será como estar en un cuento de hadas.

Un destino ideal para un fin de semana romántico o, si dispone de más tiempo, una agradable parada en un viaje más largo por las ciudades románticas de Europa.

3 – Descubrir la isla de Skye en Escocia

Si eres de los que adoran el senderismo en la naturaleza y no te importa tomarte una pinta después de un día de caminata, la isla de Skye, en Escocia, es el destino perfecto para tu escapada en pareja. Entre las atracciones naturales se encuentra The Old Man of Storr, un pináculo rocoso visible desde kilómetros de distancia, al que se puede llegar a través de una ruta de senderismo de una hora de duración.

Por la noche, mímese con una cena a base de marisco en la colorida ciudad de Portree, quizás en el restaurante Sea Breezes, degustando los platos de marisco de la casa frente al pintoresco muelle. Te sentirás como en una primera cita.

4 -Recorrido romántico por el Lago de Como

¿Se pregunta dónde pasar un fin de semana romántico en Italia? El lago de Como. Los estadounidenses están literalmente locos por ella: quizá sea por la villa de George Clooney, quizá por la buena comida y el clima templado, pero es uno de los destinos más populares para los turistas con ojos de estrella. Entonces, ¿por qué no descubrirlo con su media naranja?

Si busca ideas para regalar a su pareja, regálele una estancia con spa en un hotel de lujo (por ejemplo, el Grand Hotel Tremezzo, no apto para todos los bolsillos, pero para un aniversario importante, puede pensarlo), deléitese con paseos en ferry por las aguas del lago admirando las antiguas villas de las orillas, piérdase en los jardines de Villa Carlotta: será un fin de semana para enmarcar, sin tener que ir muy lejos.

5 – Viaje romántico a Buenos Aires, la ciudad del tango

De acuerdo, Buenos Aires no está exactamente a la vuelta de la esquina, pero pocas ciudades del mundo pueden igualar a la capital argentina en cuanto a seducción y encanto. Buenos Aires es la ciudad de la Casa Rosada, el colorido barrio de La Boca, el cementerio de la Recoleta con la tumba de Eva Perón, y muchas otras cosas. Pero es sobre todo la ciudad del tango, «un pensamiento triste que se baila», como lo definió el músico argentino Enrique Santos Discépolo.

El tango es la danza de la sensualidad: ¿por qué no volver a enamorarse ante un espectáculo de tango en Buenos Aires, o insinuar unos pasos juntos? Y si tienes más tiempo, puedes incluso hacer una excursión a las espectaculares cataratas de Iguazú por menos de 1500 euros.

6 – Fin de semana romántico en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta

Verona, la ciudad donde, según Shakespeare, se desarrolla la trágica historia de amor de Romeo y Julieta, es sin duda una de las ciudades más románticas de Italia para un fin de semana en pareja. Comience con una visita a la casa de Julieta para entrar en ambiente, luego pasee por las hermosas plazas (Piazza Bra, Piazza Erbe, Piazza dei Signori), tómese un selfie frente a la Arena de Verona y luego explore los jardines del Palacio Giusti, celebrados nada menos que por Goethe en su ensayo Viaggio in Italia.

Por la noche, sorpréndale con una cena en la Enoteca Segreta, un restaurante íntimo y poco iluminado situado en vicolo Samaritana, en pleno centro histórico, donde podrá degustar platos tradicionales veroneses con una amplia carta de vinos.

7 – Vacaciones para dos en Santorini, la perla de las Cícladas

Destino encantador y romántico para la primavera y el verano (aunque los lugareños le dirán que está en su mejor momento en septiembre), la isla de Santorini se queda en el corazón por sus hermosas playas, sus casas blancas con tejados de colores (en el pueblo de Oia), sus pulpos tumbados al sol y sus molinos de viento. Puede optar por alojarse en un lujoso complejo turístico con vistas al mar, o puede probar un crucero en un velero o catamarán, descubriendo la belleza del mar.

En Santorini podrá visitar el pueblo de Oia (el pueblo de las casas blancas con tejados de colores), Fira, la pequeña capital de la isla, la caldera del volcán que es el alma de Santorini, el yacimiento arqueológico de Akrotiri, o simplemente relajarse en las playas. Entre las más bellas están la playa Roja, de arena roja, y Kamari, la más grande, de arena negra.

8 – Visitar el castillo de Neuschwenstein en Alemania

Tanto si se trata de un viaje al otro lado de la frontera como de una parada en un itinerario más largo, el fascinante castillo de Neuschwanstein, en Alemania, es un destino que os gustará tanto a ti como a él. Este auténtico castillo de cuento; que se dice que inspiró a Walt Disney, fue una de las residencias del rey Luis.

Situada en Baviera, cerca de Fussen, es actualmente una de las siete maravillas del mundo moderno. Es uno de los castillos más pintorescos de Europa: construido al borde de un desfiladero, al pie de una montaña no muy lejos de un lago, está totalmente rodeado de bosques. Es mejor evitarla en verano, cuando está literalmente abarrotada de turistas.

9 – Descubrir Viena, la ciudad imperial

Cuando los majestuosos edificios blancos adquieren un tono dorado en Navidad con el encendido de las luces, querrá pasear de la mano por las calles de Viena hasta tarde, aunque haga frío. La ciudad de la princesa Sissi le calentará el corazón con sus históricos cafés, aún amueblados como en la época de Mozart, donde podrá degustar la famosa tarta Sacher (después del frío, no hay mejor afrodisíaco que el chocolate).

Visitar las residencias imperiales y sus jardines le hará soñar con vivir en un pasado romántico, en el que no había chats ni mensajes de texto, sólo cartas de amor escritas en papel. Viena cuenta con una enorme oferta de museos (deténgase en el Belvedere para admirar El beso de Gustav Klimt) y si, después de tanta cultura y nostalgia por el pasado, le apetece un poco de modernidad, diríjase a Das Loft en la Praterstrasse, en la última planta del Sofitel, uno de los skybars más elegantes de la ciudad con una impresionante vista de 360 grados.

10 – Cena en el canal de Venecia

Y por último, después de París y Verona, Venecia es una visita obligada. ¿Qué puede ser más romántico que la ciudad de los canales, con su belleza imperfecta, su Carnaval, la isla de Burano que deslumbra con el color de sus casas, y la cúpula de San Marcos que lleva más de seiscientos años mirando a los enamorados? Si está pensando en un regalo para San Valentín, Venecia es una apuesta segura.

Llévelo a cenar a la Osteria da Fiore: en el barrio de San Polo, este restaurante ofrece cocina veneciana con un toque gourmet, un ambiente privado y familiar y, para rematar, mesas con vistas a los canales con balcones decorados con jarrones de flores. ¿Qué más se puede pedir?

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