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Bulgaria es uno de los destinos con viajes más baratos de Europa y el coste de un viaje a Sofía es bastante bajo teniendo en cuenta que el LEV búlgaro vale la mitad que el euro.
La capital es un lugar estupendo para pasar unos días de vacaciones y ofrece muchas oportunidades para divertirse y vivir experiencias sin tener que echar mano de los ahorros. Así que veamos cómo disfrutar de unas vacaciones de bajo coste.
Una ciudad también se descubre a través de la gastronomía local, y en Sofía no falta la comida gratis. El Free Food Tour de Sofía, organizado por Balkan Bites, lleva a los turistas a una serie de restaurantes sanos y de moda donde pueden degustar platos tradicionales búlgaros. El recorrido, que dura unas dos horas y media, incluye sabrosas paradas en cinco o seis restaurantes en los que se puede degustar una amplia variedad de alimentos, desde sopas y sándwiches hasta pasteles e incluso opciones vegetarianas.
Se incluyen catas de vino y oportunidades para probar la danza búlgara y conocer la historia y las costumbres de los platos.
Después de probar la cocina, es hora de explorar la belleza de la ciudad. En Sofía, un recorrido a pie gratuito en inglés recorre más de 35 lugares de interés del centro de la ciudad y sale dos veces al día del Palacio de Justicia, destacan la mezquita Banya Bashi, el mercado cubierto y las termas del centro, con unas 50 fuentes.
Alrededor de la simbólica catedral Alexander Nevsky, no se pierda el mercado de artesanía con todo tipo de recuerdos típicos: manteles bordados, joyas, encajes, muñecas rusas, juguetes hechos a mano, cerámica, objetos de madera, imitaciones de iconos, cuadros y antigüedades.
También son interesantes la calle Graf Ignatiev (también conocida como Grafa), un bonito mercado de alimentos, y Zhenski Pazar, un bazar al aire libre que vende flores, ropa barata y artículos originales que no se encuentran en otros lugares.
Otro recorrido turístico gratuito es el que permite descubrir el arte callejero que colorea las calles de la ciudad con murales realmente creativos y notables, verdaderas obras de arte a cielo abierto. La visita dura unas dos horas.
Para los que gustan de visitar los principales museos y galerías de arte, para no gastar un céntimo, basta con planificar cuidadosamente las visitas y aprovechar los días de apertura gratuita.
Borisova Gradina, o Jardín de Boris, es el parque más antiguo y famoso de la ciudad, un espectáculo que se puede disfrutar en cualquier época del año. El amplio camino peatonal, iluminado por la noche, es perfecto para un relajante paseo y una agradable parada para hacer un picnic.
El símbolo de Sofía es el monte Vitosha, en las afueras de la ciudad, al que se puede llegar con el servicio de autobuses. Desde la base, un camino asciende hasta la cima, donde se puede disfrutar de vistas panorámicas de la capital hasta el horizonte.
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