Estambul, una ciudad histórica
Estambul está situada entre dos continentes y es una ciudad rica en historia y cultura. Las iglesias bizantinas y las mezquitas merecen una visita.
Estambul, también conocida como Constantinopla o Bizancio, es la ciudad más poblada de Turquía. Se encuentra en una zona a caballo entre Europa y Asia, en el estrecho del Bósforo, que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara. El centro histórico domina el Cuerno de Oro, el puerto natural de la parte europea y la desembocadura del Bósforo.
Es la única ciudad del mundo que abarca dos continentes, por lo que se considera una ciudad global. Estambul es también la capital de Turquía y su centro industrial, financiero y cultural. Muchos turistas visitan cada año esta fascinante ciudad, que ofrece miles de servicios y hoteles. Hay muchos lugares de interés y no faltan los balnearios.
En la zona del Bósforo, entre Europa y Asia, vemos la ciudad de Estambul. La ciudad, que existe desde la época de los griegos y los romanos, ofrece una serie de lugares encantadores y milenarios.
Una ciudad rica en cultura y en la que conviven diferentes grupos étnicos, pero también rica en historia y encanto. Una sugerencia para facilitar la visita es empezar por la parte europea y luego pasar a la asiática o viceversa.
En el lado europeo, lo primero que hay que ver es la Agia Sophia, el monumento simbólico de la ciudad. La basílica es rica en historia, fue construida por el propio emperador Justiniano y su cúpula es una de las más grandes del mundo.
El otro lugar religioso por excelencia es la Mezquita Azul, cuyas particularidades son los 20000 azulejos de cerámica turquesa de su interior, las 200 vidrieras y las lámparas de cristal.
En el lado asiático se puede ver el otro símbolo de la ciudad turca: la Torre de Leandro. Está situado a la entrada del Bósforo y se puede admirar desde muchas partes de la ciudad, aunque la mejor vista sólo se puede tener reservando un crucero por las aguas del Bósforo.
Hoy en día se puede subir a la torre y admirar Estambul desde arriba en 360 grados. No se pierda la colina de Camlica, que contiene un gran jardín botánico, numerosos cafés y la Gran Mezquita de Camlica.
Uno de los barrios más étnicos y bonitos de la ciudad turca es Kuzguncuk, alejado de la caótica metrópolis, pero donde se puede pasear por las callejuelas y admirar las numerosas y coloridas casas de madera.
Aquí no se puede rechazar el té turco, el mejor de Estambul. La ciudad turca no sólo ofrece mezquitas, iglesias y monumentos, sino también un sinfín de delicias culinarias como los kebabs, el café y el té turcos y, por último, el baklava, el postre turco por excelencia.
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