Descubre cómo hay que prepararse físicamente para la llegada de la temporada de esquí

Estamos despidiéndonos progresivamente del verano y con ello, llega el momento de dar la bienvenida al otoño y al invierno, las estaciones más frías del año. Durante esta transición, decimos adiós semanalmente al bañador, la ropa de manga corta y las olas del mar, para adentrarnos de lleno en la época de la ropa abrigada y el turismo blanco. Sin duda, lo mejor del invierno es la temporada de esquí, pero antes de esquiar en Andorra con Esquiades.com es importante saber de qué manera nos debemos preparar para ello. De este modo, reduciremos el número de lesiones y además, conseguiremos que la experiencia sea todavía más memorable.

Es crucial realizar ejercicios a modo de preparación previa

A la hora de realizar deporte, nadie queremos sufrir ningún tipo de percance que nos arruine el momento. El mundo del esquí no está exento y como tal, exige una preparación física previa. Es la mejor forma de disfrutar de las sensaciones que ofrece el esquí: paisajes increíbles, desconexión, adrenalina y momentos únicos.

Los ejercicios que debemos realizar a modo de recomendación son simples, pero efectivos. Es importante que se empiecen a efectuar desde ahora para conseguir que la preparación vaya en curso. Por tanto, los que detallaremos se llevarán a cabo 3 veces por semana en 3 series de 10 repeticiones cada uno.

El primer ejercicio son las temidas sentadillas. A nadie le gusta realizar este entrenamiento, pero la realidad es que es muy beneficioso y para la nieve es excelente. Vigilaremos realizarlo correctamente para no hacernos daño y siempre es preferible hacer menos repeticiones, pero que estén bien hechas. Este mandamiento se aplica al resto de ejercicios.

El segundo ejercicio es el peso muerto simple. Inclinando nuestro cuerpo hacia adelante con las piernas flexionadas y la espalda recta, levantaremos una pesa hasta la cintura, terminando en una postura de pie y recta. El último ejercicio es un tanto más complicado y requiere de equilibrio: peso muerto sobre una pierna. Este ejercicio consiste en elevar una pierna mientras nos agachamos a coger la pesa con el brazo contrario. Cada repetición de este ejercicio también terminará con el cuerpo erguido.

El siguiente ejercicio es el de las zancadas laterales. En este caso, podemos ponernos música que nos motive para hacer las distintas repeticiones. Otro ejercicio muy recomendable es el de las piernas deslizantes. En este caso, necesitaremos de una esterilla para tumbarnos en el suelo y de una toalla con la que nos ayudaremos a deslizarnos. La colocaremos sobre nuestros pies, flexionaremos las rodillas y las iremos poniendo erguidas durante las repeticiones.

Por otra parte, el pilates nos será también de gran utilidad. Para conseguir que sea beneficioso, incluiremos el ejercicio de la plancha frontal, muy típico en este tipo de disciplinas. Boca abajo y con los brazos y dedos de los pies apoyados en la esterilla, elevaremos nuestro cuerpo hasta quedar en posición recta, sin curvar la zona lumbar.

¿Cómo prepararnos inmediatamente antes del esquí y posteriormente?

El calentamiento previo será el mejor antídoto contra los dolores. En este caso, es aconsejable realizar 10 repeticiones de manera suave sin rebotar. Haremos sentadillas, elevación de piernas de frente, saltos flexionando las piernas a la altura de las caderas, rotaciones de tronco y sprint estático.

Una vez hayamos realizado nuestra jornada de esquí, es el momento ideal de recuperar nuestra musculatura y reducir la aparición de agujetas. Efectuaremos estiramientos mantenidos durante medio minuto, así como progresivos de cuádriceps, glúteos, gemelos e isquiotibiales. Todo ello lo realizaremos equipándonos debidamente con gafas de sol, casco, botas, esquís de calidad y ropa de abrigo.

¿Qué tipo de lesiones son las más frecuentes a la hora de practicar esquí?

Como en cualquier disciplina deportiva, puede haber problemas. Las caídas o los giros pueden acarrear dolencias musculares o contusiones en hombros, glúteos, piernas o muñecas. En casos más graves, pueden existir lesiones en la columna vertebral o en la pelvis.

En el caso de la rodilla, lo más habitual es que existan lesiones en el ligamento cruzado anterior o el ligamento lateral interno, pudiendo sufrir distensiones o una rotura parcial o total. En el caso del hombro, pueden existir luxaciones y son realmente dolorosas. Por lo que respecta a la mano, se produce frecuentemente el dedo del esquiador, que consiste en la rotura del ligamento colateral cubital de la articulación metacarpo-falángica.

Estas son las lesiones generales que puede haber generalmente. Podemos ser previsores, por lo que la preparación física, el descanso, la ropa adecuada y ser conscientes de nuestras limitaciones serán de gran importancia para evitar problemas.

Con todos estos consejos, nos encontramos ante una disciplina deportiva única que nos aporta una gran cantidad de beneficios tanto físicos como a nivel mental. Ahora es el momento de tenerlos en cuenta y prepararnos para una de las temporadas más destacadas del año.

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