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Tenerife, la joya más grande de las Islas Canarias, no solo se destaca por su clima templado y paisajes impresionantes, sino también por sus rincones escondidos que invitan a la tranquilidad. Aparte de los destinos turísticos más conocidos como Las Américas o Los Cristianos, hay playas que se convierten en auténticos refugios de paz. ¿Te gustaría descubrir algunas de estas maravillas menos concurridas? Este artículo te llevará a explorar esas playas donde la naturaleza y la serenidad se entrelazan para ofrecerte una experiencia única.
Playas apartadas para encontrar la paz
En el norte de Tenerife, a escasos kilómetros de Puerto de la Cruz, se encuentra la Playa de los Patos. Este rincón idílico se alcanza tras un empinado y desafiante sendero que te aleja del turismo masivo. Con su arena negra volcánica, es el lugar ideal para quienes buscan un contacto directo con la naturaleza. Con aproximadamente un kilómetro de longitud, es perfecta para esos paseos relajantes, sobre todo cuando el agua se retira, formando pequeñas piscinas naturales en la orilla. Aunque es común ver nudistas en esta playa, recuerda que no cuenta con servicios, por lo que es recomendable llevar todo lo necesario para disfrutar de un día perfecto.
Más al este, en la zona de La Orotava, se encuentra la Playa del Bollullo. Con poco más de 150 metros, esta playa de arena negra fina es un tesoro menos conocido por los turistas. Aunque es popular entre los lugareños, su afluencia es baja, especialmente durante la semana. Además, Playa del Bollullo ofrece comodidades como bares y restaurantes, convirtiéndola en un lugar ideal para relajarte y disfrutar de un entorno natural espectacular.
La belleza natural de Tenerife a tu alcance
La Playa de Benijo, ubicada en el remoto norte, es una de las playas más impresionantes de Tenerife. Rodeada de paisajes volcánicos, destaca por su belleza inmaculada y la ausencia de servicios. A menudo, incluso en temporada alta, la playa permanece tranquila, lo que la convierte en un destino perfecto para admirar el atardecer. Playa de Benijo no solo es un lugar para relajarse, sino también un espacio para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Continuando en el norte, la Playa de la Fajana es conocida por sus hermosas piscinas naturales. Este lugar ofrece una combinación de arena y piscinas que son perfectas para un baño seguro, incluso cuando el mar está agitado. Con pasarelas que permiten moverte entre las piscinas, es un refugio auténtico en Tenerife. Y si buscas un toque mágico, los atardeceres aquí son simplemente espectaculares, haciendo de Playa de la Fajana un lugar romántico y especial.
Playas ocultas para los aventureros
Para los aventureros, la Playa de Antequera es un verdadero tesoro escondido. Este rincón se puede acceder desde Santa Cruz, ya sea por mar o a pie. Si optas por la caminata, el trekking comienza en el pueblo de Igueste de San Andrés y te regala vistas espectaculares a lo largo del camino. Playa de Antequera, con su arena dorada y su entorno montañoso, es el lugar perfecto para quienes buscan un rincón de aislamiento.
Finalmente, en el extremo sur de la isla, encontramos la Playa de Abama. Esta pequeña bahía, a pesar de su cercanía a áreas turísticas, mantiene una atmósfera tranquila, especialmente en las primeras horas del día. Accesible a través de un lujoso hotel, esta playa es ideal para relajarse y disfrutar de maravillosos atardeceres con vistas a La Gomera.
En conclusión, Tenerife es mucho más que grandes hoteles y playas abarrotadas. La isla esconde joyas que invitan a ser exploradas, donde los amantes de la naturaleza, el senderismo y el surf pueden disfrutar de un ambiente sereno y auténtico. ¿Te animas a dejarte inspirar por la belleza única de Tenerife y sus playas menos concurridas? Te prometen una experiencia de viaje inolvidable.
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