¿Cuáles son las mejores chocolaterías artesanales del mundo? Un recorrido por las chocolaterías históricas y las tiendas de chocolate de los mejores maestros chocolateros de la actualidad:
Guido Gobino en Turín, Patrick Roger en París y Jacques Torres en Nueva York. De Brujas a París, pasando por Turín, donde nació el gianduiotto, a Nueva York, donde hasta el chocolate se ha vuelto hipster y dos hermanos con un vagabundo producen chocolate orgánico de calidad, no podíamos dejar de visitar Suiza, donde por primera vez se mezcló el cacao con la leche en polvo para crear el chocolate con leche.
Aquí podrá visitar la tierra donde crece el cacao y participar en la cosecha, visitar la fábrica donde el cacao se convierte en chocolate y, por supuesto, comprar la golosina resultante en una tienda bien surtida, se encuentra en Granada, en el Caribe.
Christopher Norman Chocolates es un lugar para experimentar con diversas contaminaciones (chocolate con mango o plátano).
French Broad Chocolates se autodenomina un espacio sagrado para los amantes del chocolate y de hecho lo es. Son acogedores sofás a beber o degustar chocolate con combinaciones experimentales de sabores e ingredientes.
Esta chocolatería armenia produce un delicioso chocolate que distribuye en sus 20 tiendas por todo el país. Para su décimo aniversario, fundió la barra de chocolate más grande del mundo.
Para la mayoría de los expertos, su chocolate es el mejor del mundo. Pruebe el bar Moka (rue Fontaine 30, París).
Si le gusta el chocolate con almendras no puede perderse esta dirección. Es una cadena y sus tiendas son siempre amarillas, cálidas y acogedoras.
Un nombre surrealista para un lugar surrealista. Por fuera parece un museo de arte contemporáneo, por dentro es una curiosa mezcla entre un chalet de montaña y una joyería, las creaciones de chocolate se exhiben como joyas.
No sólo sirve chocolate, sino también aperitivos y bebidas, así como postres. Hemos querido incluirlo en la lista porque es un ambiente agradable y un lugar barato para degustar buenos postres en la capital.
La Gianduja se originó en el Piamonte en el siglo XIX cuando, debido al bloqueo napoleónico, la falta de cacao llevó a los maestros chocolateros a conformarse con lo poco que tenían. Mezclaron cacao con vainilla. Si quieres probar el clásico Gianduiotto tienes que ir a Luserna San Giovanni, donde Caffarel los produce desde 1852, para los más sofisticados está Guido Gobino donde, además de Giandiuotto, se pueden degustar las creaciones con vino Barolo.
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